Instructores de pilates y fisioterapeutas. Dos perfiles complementarios.

¿Pero sois fisios?, nos preguntan muy a menudo quienes quieren empezar a dar clases en nuestro estudio. Esta confusión entre los profesores de pilates y los fisioterapeutas es común y se basa, entre otras cosas, en que pilates no es una enseñanza reglada. La percepción generalizada es que aquellos que imparten clases de pilates deben ser fisioterapeutas, lo cual está lejos de ser cierto; por ello vamos a explorar las diferencias entre ambas profesiones y cómo se complementan para promover la salud y la movilidad.

Formación específica y enfoque en el movimiento:

Los profesores de pilates cuentan con una formación específica centrada en el movimiento y la biomecánica. Su expertise radica en saber impartir clases que fortalezcan el cuerpo a través de ejercicios controlados y precisos. Aunque su formación les brinda conocimientos sobre lesiones, su enfoque principal es el movimiento saludable. Son profesionales de la actividad física y el deporte. Las buenas formaciones de pilates incluyen cientos de horas de teoría y práctica en todas las máquinas, exámenes rigurosos y observaciones en estudios. Por desgracia también hay formaciones muy deficientes, de pocas horas, que apenas profundizan en los fundamentos de la disciplina y sueltan al mercado a profesionales muy poco preparados. Son las formaciones a las que suelen recurrir muchos fisios, por obligación o como primera toma de contacto en una honorable ampliación de sus capacidades de trabajo.

En contraste, los fisioterapeutas son especialistas en tratar lesiones y disfunciones físicas. Aunque poseen conocimientos profundos sobre anatomía y fisiología, su formación no siempre incluye un énfasis en el movimiento consciente y controlado que caracteriza al pilates. Son profesionales de la salud, han estudiado carreras y postrados de muchos años y conocen la anatomía humana a nivel musculoesquelético mejor que nadie.

Complementariedad en la adaptación y prevención:

Es esencial comprender que los profesores de pilates no solo tienen la capacidad de adaptar ejercicios para aquellos con lesiones, sino que también pueden colaborar con fisioterapeutas en planes de recuperación. Su enfoque preventivo contribuye a reducir la recurrencia de lesiones y a mejorar la salud general.

Mientras que los fisioterapeutas son expertos en tratar lesiones existentes, los profesores de pilates trabajan de manera proactiva para fortalecer el cuerpo y prevenir posibles problemas. Esta sinergia puede resultar beneficiosa para quienes buscan una recuperación integral y a largo plazo.

Si algo hemos de reconocer y alabar de los fisios es su compromiso, honradez y profesionalidad, en tanto en cuanto recomiendan sin dudar a sus pacientes que practiquen pilates, pese a que eso reduce las visitas a sus clínicas y acaba por hacerles perder clientes.

El valor del instructor de pilates:

Enaltecer la formación y experiencia de los instructores de pilates es fundamental. Aunque algunos pueden ser fisioterapeutas, no es requisito indispensable. Su capacitación específica les brinda una comprensión única del movimiento y les permite crear programas personalizados para sus alumnos.

Es crucial derribar el mito de que la falta de un título en fisioterapia implica una carencia de conocimientos sobre el cuerpo y sus funciones. Los profesores de pilates aportan un enfoque único y valioso, centrado en la mejora del movimiento y la calidad de vida.

Pilates como complemento, no como sustituto:

Hemos de hacer hincapié en que el pilates no pretende reemplazar el papel fundamental de los fisioterapeutas, sino complementarlo. Ambos son esenciales. La combinación de ambas disciplinas puede ser la clave para una recuperación más rápida y efectiva.

Animamos a cualquier persona a participar en clases de pilates sin miedo a la falta de formación sanitaria de quienes las impatan (aunque sí recomendamos preguntar por la formación específica de pilates y la experiencia, los auténticos valores en este caso). Los profesores de pilates están capacitados para guiar y mejorar la salud física, trabajando en conjunto con fisioterapeutas cuando sea necesario.

En resumen, los profesores de pilates y los fisioterapeutas desempeñan roles distintos pero complementarios en la búsqueda del bienestar físico. Reconocer y valorar la formación específica de los instructores de pilates, así como comprender la colaboración beneficiosa entre ambas disciplinas, allana el camino para una salud integral y duradera. Al superar los estigmas y fomentar la cooperación, se construye un camino hacia el bienestar físico y la prevención de lesiones.